El 7 de diciembre de 1937, Pepe Castells i Pubill tuvo que dejar la compañía amorosa de su madre y de sus hermanos para ir a la guerra. Su historia no debe de ser muy diferente de la que vivieron muchos jóvenes catalanes. Pero él, dos meses más tarde, en la estación de La Puebla de Híjar, decidió empezar a escribir un diario que para su familia se convertiría en un misterio hasta el día de su muerte. Muchos soldados que vivieron la Guerra Civil Española cerraron con llave sus vivencias, dejando un silencio imperdonable para cualquier sociedad, que se instauró con el “pacto del olvido”, todavía presente hoy en día. Como uno de ellos, Pepe también selló como pudo sus diarios, dibujos y correspondencias con cinta de pintor.

Esta es la historia de…